Me lías entre besos y caricias, me convences para que me quede diez minutos más, que luego son horas.
Cuando nos damos cuenta el sol sobre nuestras cabezas ha visto más de lo que debería, pero ya da igual, nadie me obligó, sabía lo que quería y ese momento eras tú, quería sentir tus manos en mi espalda, el calor de tu cuerpo sobre el mio.
Sean buenos...
Tenía ganas de pasar junto a ti unos
minutos soñando. Sin un reloj que
cuente las caricias que te voy dando.